DESCONECTAR PARA VOLVER A CONECTAR.
DÍAS 85, 86, 87, 88, 89, 90, 91, 92, 93, 94, 95, 96, 97, 98, 99, 100, 101, 102, 103, 104, 105, 106, 107, 108, os he echado demasiado de menos (muchos días de la semana).
DÍA 85, qué raro (viernes 5)
Hoy me siento rara porque este finde no publico nada. Bueno, tranquila que volverás a hacerlo. Lo escribo y aquí de momento se queda. ¡Claro!
Bea, ¿Estudiamos? Sí, es que me gusta mucho escribir. A ver, te dejo solo 5 minutos, le das a guardar, apagas el ordenador y coges los apuntes.
¿Solo? ¡SOLO! voz tristoncilla: “Está bien....”
Aparto el portátil y lo dejo detrás de mí, para no verlo. Cojo los subrayadores, el portaminas, la goma, el atril, los apuntes, enciendo lamparita y me pongo a estudiar.
DÍA 86, 87, 88, 89 estudiar (sábado 6, domingo 7, lunes 8, martes 9)
DÍA 90, magia (miércoles 10)
Mirad, yo no puedo más. Es superior a mí. Me siento FATAL sin estar haciendo esto. Escribir. Un poquito. Lo necesito. Venga. Si es vital, dale.
Mientras lo hago, mis dedos van diciendo: “Oh, my good! Awesome! Es realmente increíble...”.
[Cada tecla. Cada letra. Cada click al marcar la consonante o la vocal elegida, es historia]
[Teclas: Suaves. Ligeras. Templadas]
[Palabras: Rápidas pero concisas]
Me he despertado pensando en escribir. “Click, click, click, click”: este sonido de las teclas del portátil, qué paz me da. Mi mente está serena, va mejor, más contenta. De fondo, me canta mi Sofi Ellar (ya sabéis que me acompaña siempre). Oídla y veréis como hace magia.
Sino escribo, estoy nerviosa, no sé porque, pero esto me hace bien. No podía quitarme de repente algo que llevaba haciendo con muchas ganas durante 84 días. No podía. Y, he pensado escribir cuando tenga ganas y el estudio me lo permita. Porque sino, es que no puedo, estudiar feliz.
Los días anteriores no escribía por obligación. Perdón, por prohibición. ¿Por prohibición? Sí. Porque me pasaba horas y horas escribiendo, porque lo amo. Y, quizás no estudiaba lo suficiente. Y, roscos como panes no quiero. No queremos, ¿verdad? Pues, como que no Bea. QUIERO APROBAR TODO y decir: “Ahora sí”. Todo el tiempo del mundo para escribir. Horas. Todo el día ESCRIBIENDO sí quiero, pero con la tranquilidad de haber hecho las cosas bien. Qué maravilla, me lo imagino y es como un regalo. Sí. Para mí, sí que lo es.
Monito quitado. Adiós.
DÍA 91, 92, estudio y no hago otra cosa (jueves 11, viernes 12)
DÍA 93, ya me siento (sábado 13)
Trabajo. De 10:30 a 13:30. Salgo de trabajar, me monto en la bici y allá que me voy, a casa. Acalorada. Pensando en qué me voy a poner para el tardeo de hoy. Ni idea. Creo, que repito los pantalones blancos. Llego a medio día y como. Mmmm, ensalada de arroz, fresquita. Lo que necesito. Me echo un rato en la cama a descansar, que no a dormir. Se hacen las cuatro y aún no sé que voy a ponerme. Cualquier cosa. Cualquier cosa, que quede bien. Ya. Venga, pues pruébate cosas.
Me pruebos conjuntos con el pantalón blanco. Esto así me gusta, me encanta. ¡Queda genial! Pero, me doy cuenta que ahora el bolso no le pega ni con cola; necesito uno de rafia o de piel clarito. Aleee, vuelta a cambiar parte de arriba y sandalias. Jolines, es que me faltan complementos y calzado. Creo que cuando termine exámenes ya quedará poco para las rebajas. Iremos. Bea, venga que llevas ya un rato y tienes que decidirte.
Vale, ¡Ya lo tengo! Con esta camiseta verde, con la manguita así y este bolso, creo que le puede ir todo, estupendamente. VOILÁ. Outfit hecho.
Escribo a Flopi: “Bonitaaa, creo que ya lo tengo. ¿Tú cómo vas? ¿Lo tienes claro?” “Síii” (me manda foto) “¡Qué guapaa!” “¿Te gusta? Vale, vente cuando quieras ”: me responde.
Me cojo una Radler del frigorífico (me estoy aficionando ya demasiado), la mascarilla, digo adiós en casa y salgo por la puerta. La Radler, sí, era muy necesaria. Pega el sol de manera potente. No sé, si cuando llegue a casa de mi amiga, me tendré que volver a echar polvitos mágicos para estar más bella “jajajaja no tengo abuela”.
Porque no llevo ni una calle andada y estoy sudando enterita. Me ha recordado a cuando vivía en Sevilla. Lo prometo. Bea, no te pongas a pensar en Sevilla, que te me pones nostálgica y te nos irás por las ramas. Totalmente, pero... ¿Queréis que os cuente un día de estos cuando estuve trabajando en Tarifa? Vaaa, Beaaa. Vale. Bueno sigo. Ya os lo contaré. Me lo apunto.
Prosigo, ha sido salir a la calle y pegarme el calor así, SIN AVISAR. “Un buen bofetón” que se suele decir. Pues eso.
[Abro la lata. PSSSSSST. Amo este sonido]
Me quito la mascarilla en una zona donde no hay ni Peter y le doy un trago. MERAVELLA. Que rica y fresquita estás. +1 a la persona QUE INVENTÓ ESTA MEZCLA. Ahora, me ha picado la curiosidad del personaje que patentó esta sabrosa combinación de cerveza con limón. (LO BUSCO) Vale, pues aquí pone. (He buscado varias páginas y he comparado info.) La persona que inventó la Radler fue un señor llamado: Franz Xaver Kugler. La inventó hace 100 años.
Y, ¿sabéis porqué se le ha quedado el nombre de Radler? Según he encontrado en la página de loopulo.com el nombre de Radler, viene de “Radlermass”. Que es así, como se le llama (se ve) a los ciclistas, pero de manera informal. ¿Habíais escuchado esto alguna vez? Yo, ni idea. Y, mira que se cosas, pero, esta se me ha escapado. Así que, Don Franz, chapó. Como aperitivo, para empezar un buen tardeo, lo que sea. De rechupete.
[Por aquí una “fan” de la Radler]
Llego a casa de mi amiga, no ponemos en “La terraza oficial” de su piso a tomar algo. Abrimos una botella de Moscato. Mmm, está muy rico. Gracias Nati por darnos a conocer esta bebida espumosa, refrescante y dulcecita.
(Pequeño paréntesis) Ahora que me acuerdo. Gorrinada que probamos el otro día Andrea y yo. El caldo de las olivas con cacahuetes. Y, no, no es broma. Está bueno. Sabe bien. Probadlo. Hacedme caso, no sabe mal. Se nos cayó un poco y sin darme cuenta me comí uno. Entonces, les dije a las chicas: “Probad el cacahuete mojado en el caldo de las aceitunas”. Y, Andrea se unió, le gustó.
O sea, que veis. Está bueno. Algunxs pensaréis que menuda cochinada, pero, hacedme caso, no está mal. Le pega. Ya. Sigo. Es que me ha venido a la mente y quería hacéroslo saber.
Cuando se hicieron casi las siete de la tarde (que es cuando teníamos la reserva) nos acercamos a la puerta de ATIC en El Paseo de la Alameda. Recomendable 100 %. La pena que solo te dejan la mesa dos horas porque luego las utilizan para cenas. Y, se pasa bastante rápido. Educadamente, cuando nos dijeron que el tiempo de la mesa se había terminado nos levanamos y nos fuimos a una zona que se podía estar de pie a ver la puesta de sol. No tengo foto, sino, la pondría para que la vierais.
Cuando ya no nos apetecía estar ahí arriba, nos indicaron que abajo en la planta 1, había para tomar algo. Sí. Pero, nos daba como un “no sé qué” por esto del “Coronavirus”.
Bajamos con la mascarilla puesta. Mientras íbamos bajando, nos cruzamos con unos chicos bastante guapetes. He de mencionarlo porque, no estaban nada mal. Súper arregladitos, así un estilo de estos casual pero, en realidad hecho adrede. Pues eso. Outfit de 10. Flopi y yo, nos miramos al segundo, como de: “¿Has visto lo que yo he visto?” Jajajajaja. Real. Cañones. “Ojalá bajen” pensamos. Y, ¿sabéis qué? BA-JA-RON.
Vale, esto tengo que contarlo. NECESARIO. Esperamos en la entrada de esta planta, a que nos den una mesa. Nos la adjudican. Ojo. Mesas separadísimas. MESAS ANTI-LIGUE. (Pero, que se le va a hacer, algo es algo). De hierro, MACIZO (como aquellos, los susodichos). Remarco de hierro porque si me acuerdo, os lo cuento.
Lo reconozco, el nivel de salidorra, lo llevo. Lo llevamos todos. Lo llevaba ya antes del confinamiento... ¿No lo iba a llevar ahora después de estar meses encerrada en casa? Y, si esto sigue así, irá a más. Y, lo que nos reímos, ¿qué?
[Soltera y confinada, esto no se hace, COVID-19]
Bueno. Primer aviso. Nos levantamos a bailar y al rato viene un seguridad a llamarnos la atención muy educadamente, de que nos tenemos que sentar. Todo muy normal. Muy de estos tiempos. Nos sentamos. Me fijo en general en la situación, en la gente sentada, en el Dj ahí al fondo, solo, sin que nadie se acerque a pedirle una canción, la gente sentada hablando mientras suenan TEMAZOS. Y, me doy cuenta de que parece que hayamos vuelto a la época de nuestros padres/abuelos. Que no está bien visto, juntarse con los de la mesa de al lado. Que, ya no se lleva el hablar con unxs y con otrxs. Que para hablar hay que pedir permiso. O, ser coherente y consecuente con lo que hacer o dejas de hacer. Creo, que esto último se sobre entiende.
Viene un camarero a tomarnos nota. “Tres tercios, por favor”. Nos lo trae. Nos levantamos un poquito a bailar. Y, uno de los chicos de la mesa de al lado, se me acerca y me dice: “¿Qué hacéis bebiendo cerveza a estas horas?” Flipáis, ¿verdad? (he pensado lo mismo que vosotrxs, sí sí yo, también). Se podría abrir un gran debate. Por mi cabeza pasaron diferentes respuestas. Entre ellas, la que le dije: “Es que hoy voy de cervezas” A lo que me responde: “Ahora pega una copa” Miro de reojo y estaban bebiendo, Moët. Que estuve a punto de decirle: “¿O, Moët, no?” (modo irónico). ¿Quién bebe champagne de tardeo? No sé, igual estaban celebrando algo. Pero, tampoco quise preguntar. No quería segundo aviso por uno de los seguridades del local y me senté.
[LA PEÑITA]
Seguimos bailando 1.º sentadas en la silla. Hablando. Observando dicha situación. 2.º Bailando de pie, pegadas a la silla, of course. Bailando en general, vaya. Otra vez, viene el seguridad y antes de que nos diga algo, nos sentamos (como si estuviéramos haciendo algo mal y nos fueran a reñir, pues igual). En realidad, muy bien no lo estábamos haciendo. Pero, intentar bailar sentadas en una silla rodeadas de tios buenos. Y, lo pongo así (lo siento haters, ya me podéis decir misa) porque esa tarde había muchos chicos guapos que hasta parecían simpáticos. Esto último, es lo más importante. Y, menos mal, por lo menos nos alegramos la vista, aunque sea un poco. Que falta nos hace.
Nada, pues eso es todo amigos. Luego, cuando nos entró hambre, nos fuimos a casa de Flopi y nos hicimos unos Spaguetti con tomate y queso, buenísimos. Para, recargar. Cuando, terminamos de cenar volvimos a Palau Alameda. Entramos. Ahora, ya me pedí un 7Up. Que mañana hay que levantarse bien. Estamos un ratito. Poco. Acompañamos a Flopi a su casa y Andrea y yo volvemos hacia la nuestra.
DÍA 94, medito (domingo 14)
No sé en que momento de la tarde de ayer, me propuso Andrea, este plan. Y, menos mal que le dije que sí.
[Planazo renovador]
Me despierto y lo primero que hago es acordarme de que le dije que me apuntaba, pero que si no me despertaba que hiceran marcha sin mí. Entonces, miro el móvil y veo que no se habían ido aún, pero, que hace poco, me había escrito. “A ver si tengo suerte y aún están en Valencia”: pienso. Le contesto y le pregunto: ¿Os habéis ido ya? “No, aún no”. Me llama. Una voz muy extraña me responde. “¿Eres tú?”: le digo. Jajajaja. Vale, yo también tengo esa voz después de haber salido de festeta, el día anterior.
[VOZ DE MANOLO]
¿Por qué se asigna este nombre en este contexto? ¿Alguien lo sabe?
“En 15 minutos pasamos a por ti. Cámbiate, llévate agua y cógete algo de fruta para desayunar por el camino”. Vale. Me levanto de la cama, mi cabeza me dice “¿Segura?”. SEGURA, ME VOY A LA MONTAÑA. RUTA. ¡Beaaaa, MONTAÑA! ¿Desde hace cuántos meses no haces una de las cosas que más te gustan? Vale. Entiendo. Disfruta. Solo de pensarlo, se me va poco a poco el dolorcillo de cabeza de los tres tercios que me bebí ayer. (La falta de costumbre, le llaman).
Ruta. Amigxs. Música. Cuevas. Meditación. Aire. Flores. Verde. Más verde. Árboles. Rio. Baño. Helado. Risas. Aire. Soltar. Vivir.
[P A Z I N T E R I O R, quédate siempre. Aquí. Conmigo]
Gracias por tanto, madre naturaleza.
♥
DÍAS 95, 96, 97, 98, 99, estudio y no paro (lunes 15, martes 16, miércoles 17, jueves 18, viernes 19)
DÍA 100, cien (sábado 20)
Aquí en Valencia, estamos en fase 3 (me vais a perdonar pero no sé cuál fue, el día entramos en esta tercera fase de la desescalada). Lo consulto. Le pregunto a mi amigo Vic, que seguro que lo sabe.
Estudiando como si no hubiera un mañana, desde hace un porrón de días. Hoy, con dolor de estómago desde ayer, después de comer. Muy mala de la tripa. Anoche tuve fiebre y me duele la garganta. Querido capítulo 4, no me fastidies, que quiero hacer Chin Chin el sábado que viene con mis amigxs.
En fin, que se me ha ido la pinza. Sobre las cinco o cosa así, he cogido el teléfono y me he puesto a hacer un directo en Instagram. Ha sido “pensat i fet” y, ¿sabéis qué? me ha encantado. Había gente y todo viéndolo y viéndome. Ha sido una toma de contacto. Con pelufos, con cara lavada, camiseta gris “con mancha incluida” (que por cierto, me he dado cuenta al publicarlo en mi perfil).
[La tía ha pensado, ¿qué tengo que estudiar? Uf, no. mejor hazte un directo. Y, así ha sido]
Y, después ¿Qué has hecho? ESCRIBIR, aquí.
DÍA 101, sorpresas (domingo 21)
Sí. En plural. La persona más importante en el mundo, hoy, cumple años. Te quiero. Te mereces esto y más. Me gustó verte así de sonriente todo el día.
[Te brillaban los ojos]
Todo el día de cumpleaños, por la mañana a comer a la playita y por la tarde, en casa. Lo de casa, no tiene ni idea. Mis hermanxs preparan la merienda en la cocina. A ella, la distraigo en el comedor con ayuda de Elena, la novia de uno de mis hermanos. Aunque, no hace mucha falta porque está muy emocionada con los regalos que le hicimos, y del comedor no se mueve.
Le escribo a los amigos de mis padres para decirles que no toquen al timbre, porque sino, se lo va a oler. Cuando están abajo me escriben por sms: “Bea, ya estamos abajo, abre por favor”.
[Suben]
Mientras suben, me medio asomo a ver dónde está situada mi madre. Vale. Todo controlado. Les abro y les digo que entren despacio y que digan lo que quieran cuando la vean. Al unísono: “¡SORPRESAAA!” La cara de ella, es total. Que ilusión me hace verte feliz. ¡No se esperaba esto, para nada! Cada vez, que sacábamos de la cocina algún plato con bocadillitos, queso, tostas, embutido, lo que fuera. Decía: “Pero, esto ¿cuándo lo habéis preparado? y, ¿cuándo lo habéis comprado?” Jajajajaja, que risa. Se ha pasado toda la tarde, diciendo que, qué guay.
Por cierto, hoy se ha terminado el Estado de Alarma y mañana tengo el examen de Trastornos del Desarrollo. Todo OK (por esto del examen y tal) Hoy con tanto jaleo, no estudié nada. Voy a repasar antes de irme a dormir. Una o dos leiditas. Pero, Bea. ¿Qué? ¡TE LO SABES! Sí, pero me da susto.
Repaso. Masaje con alcohol de romero en pies y piernas. Dormir.
DÍAS 102, respira que te lo sabes (lunes 22)
Nudo en el estómago. Nervios. Respiro. Hago el examen. Nos ha dicho el profesor que la nota la tendremos en el mismo día.
Oleeee. Pedazo de nota. ¡UN 10! Satisfacción máxima. Me ha costado asumirlo, porque aún llevaba el agobio encima. Segundo 10 este curso. Ves, como sí que puedes. Ves, como currándote las cosas SÍ SE PUEDE. Estudiando todos los días se puede. ¡He podido!
Para celebrarlo por la tarde, preparamos cena en “La Terraza Oficial”. Con botellita de vino rosado. Espumoso. Fresquito. Y, unos Tortellinis del Super. Rellenos de queso. Con tomate por encima y más queso por encima, rallado. Todxs sabemos que aquí lo importante es, el vino.
[Disfrutando]
DÍAS 103, 104, 105, estudio como una loca (martes 23, miércoles 24, jueves 25)
DÍA 106, el día (viernes 26)
Anoche estaba de los nervios. Hoy, más. Último examen. Me lo sé bastante. MUCHO. Ha sido un examen muy complicado, solo espero haberlo aprobado. Las preguntas muy rebuscadas. Cruzo los dedos, incluidos los de los pies.
[INTRO]
Qué placer. Volver a estas andadas. LIBRE. Por fin.
. E S C R I B I E N D O .
Primer plan. Comida en Nagato con Andre. Como con paz. Cuánto meses sin comer sushi de mi sitio favorito. Cuando vuelvo de comer, cierro las ventanas, bajo un poco las persianas, me echo un poco en el sofá y pongo, el aire acondicionado. Qué gustazo. Intento relajarme. Y, pienso que me gustaría esta noche, tener este fresquito tan RICO antes de irme a dormir en la habitación. De un brinco, me levanto del sofá, apago el aire, me voy a mi habitación, me miro la planta de los pies y me subo en la cama (porque aunque soy un pino no llego a este cacharro). Abro el aparato de aire, le saco los cuatro filtros que lleva con cuidado y me fijo cómo están colocados.
Liada, si los hubiera sacado sin fijarme en su posición.
Los limpio con Fairy y agua (templada) a presión (en la ducha). Los tiendo y ale, a esperar. Con el calor que hace se van a secar en nada.
Me abro un Radler, me voy a la habitación, recojo la mesa, traigo el portátil, lo enciendo, subo la persiana hasta casi arriba, abro un poquito más la ventana, que ahora, entra un fresquito muy bueno y me pongo a escribir en tirantes y descalza. MÁXIMO. Creo, que estoy siendo muy consciente de estar disfrutando de las pequeñas cosas y de lo que de verdad me importa. Elimina el creo. Porque, sabes perfectamente que eres súper consciente de ello. Vale, pero no lo elimino. Vuelvan a leer esa frase, sin el creo y sin el que.
DÍA 107, hola verano (sábado 27)
Hoy empiezan las esperadísimas vacaciones de verano. Quién lo diría, ¿verdad? ¿Cómo han podido pasar tan rápido estos meses? ¿No se os han pasado volando? A ver, no voy a ir ahora de chulita porque tuvimos unos meses apoteósicos. Menudo agobio en “La casa de mis padres”. ¡Redeu! (que se suele decir aquí en la terreta cuando quieres decir una palabrota importante).
¡Qué tiempos aquellos!
Y, hoy ¿qué? ¿Algún plan para darle la bienvenida al VERANO? Sí, el plan que era demasiado necesario, es ir a la peluquería. Luego, al medio día, comida con ellas. Flo reservó en Atic y Palau Alameda.
Aunque, no estoy tranquila hasta que no me den la nota del examen. Mujer, disfruta. Yaaa, pero no es lo mismo sin saber la nota. Además, me he esforzado tanto, que me fastidiaría demasiado que fuera, un desastre. Bea, sé positiva. Ya, sí lo soy, pero, quiero saber la nota para disfrutar de verdad. No sé si a alguien le pasa esto o le ha pasado esto, alguna vez.
Pelu. Rebajas. Comer en casa. Descanso. Migrañas. Atic. Música. Anochecer precioso. Bailar (en silla). Cena. Casa. Dormir.
[Sábado. Me quedo con este CIELO]
DÍA 108, de vuelta (domingo 28)
[INTRO]
Hoy es el día que os prometí en el POST del día 4 de junio, que estaría de vuelta. He de decir que, creo que fue la mejor decisión que tomé.
¿Cómo os ha ido todo este tiempo? ¡Madre mía! ¡Os he echado taaaanto de menos! Y, sé que algunxs de vosotrxs también (que me habéis escrito por WhastAap). Sois geniales. Gracias a vosotrxs por seguir conmigo en esta pequeña AVENTURA. Por esos mensajes que me han llegado estos días que no publicaba absolutamente nada. Sois maravillosas y maravillosos. Sin vosotrxs esto no sería lo mismo. Suena como muy cursi pero, es la realidad. Y, os lo vuelvo a decir, gracias. Me hacéis, muchas veces SOÑAR.
Bueno, no nos pongamos cursilones y melancólicos. Quiero saber cómo estáis. Cómo os va todo. Los que habéis hecho exámenes, cómo os ha ido. La piña. ¿Cómo va el tipín? Los entrenamientos. Las manualidades. Los paseos por la playa. Por la montaña...
¡Tan feliz de volver a ESTAR con vosotrxs!
[EMOCIONA/DA]
♥
¡Os deseo un súper comienzo de semana!
Ah, espera, espera, todavía no os libráis de mí. De eso nada.
Quiero que te repitas esto cada día que no te encuentres
muy bien contigo mismx.
¿Me prometes qué lo harás?
Que nunca nadie te haga creer lo contrario.
Q u i é r e t e
- ℬ -
IMÁGENES: TUMBLR, POSITIVELYPRESENT.
© 2020 BeiBel. Todos los derechos reservados.
Comentarios
Publicar un comentario