¿QUÉ VES?

DÍA 60, sí a seguir aplaudiendo (lunes 11)

Empecemos por... 

¿Esto qué es? A las 20:00 ya no aplaude ni Peter.

Antes todos preparados a las 19:45 y a las 19:52, te tocaba decir: “Ieee, pero qué aún no son ni las ocho titi” Y, estabáis aplaudiendo casi 10 minutos.

Incluso, hasta hace nada seguíais aplaudiendo, pero ya con un poco de retraso, pero aún se aplaudía. Ahora ya, NI ESO. Vale. “¡Señoraaaa! A ver si nos hemos perdido algo. ¿Han dicho en algún sitio que ya no hay que aplaudir?” A ver si la señora del quinto y yo, somos las únicas lerdas.

Ayy, que tiempos aquellos en los que aplaudir y ver a tus vecinos era lo más bonito del día.

No sé, es un comienzo de semana raro. No parece cuarentena. ¿Os lo parece a vosotros? Es como lo que he dicho antes, la gente ya no aplaude, (la gran mayoría) ya no lleva mascarilla. Y, guantes descartadísimo. Por lo que escucho, la gente sale mañana y tarde, y los comentarios son del tipo: “Ah, yo no llevo mascarilla, ¿para qué?” ¿Cómo que para qué? Me ponen mala oír esas cosas. ¿Por qué bajáis la guardia? ¿Por qué os olvidáis? Es que os olvidáis, sí. Habéis pasado 60 días haciéndolo genial. Jugando al parchís, a la ajedrez, al cocodrilo sacamuelas, al teto, a la oca... Habéis hecho bizcochos, cupcakes, tartas varias... de todo. Y, ahora, ¿qué? Vais a flipar cuando os digan que todos para dentro otra vez, porque os tomáis esto a la torera.

Se puede salir pero con precaución.

¿Seré yo la única rara? 

Cambiando de tema. A ver si me lo sabéis decir... ¿Cuántas veces está permitido merendar cuándo estudiamos? Yo, ya llevo 3. Y, es casi la hora de cenar. Y cenaré. Seguro. Y creo que hay pechugas empanadas al roquefort. Vi preparado el queso azul en la encimera. Que rico. Bea, tía no nos cuentes estas cosas. Pues, ahora vas a ver. A las seis merendé un bol con fruta a trozos y por encima canela.

Fans de la canela, ¿Cuántos?

Luego, a la hora o así, me tosté dos trozos de pan en el hornito, le eché aceite de oliva (AOVE) y un pelín de sal (cuánto apenas como decía mi abuela). ¿Sigo? No había pasado ni 10 minutos y me he ido en busca del chocolate. A falta de una onza, ya puestos, que sean dos. Eh, pero del 85 %. Todo se considera sano. Pero vaya que, tendría que haber cerrado el pico.

Estoy escribiendo y tengo a la izquierda los apuntes de una asignatura, los miro de reojo y pienso en el día que un colega, me dijo: “Aprovecha que la época de la universidad es la mejor” Sí, mira mi cara, mira como me rio. Y, sí vale estoy de acuerdo. LA MEJOR, es. Pero por vosotros. Nombro por aquí a toda esta gente que me dio la vida: Mi Afri, Julianín, Rurru, Tamara, Solanas, la piña, las Meris... por vosotros, la época de la universidad, con todos vosotros fue la _________ _______. Y, cuando esto pase, toca quedada y lo sabéis. “¡Hombreeee, ya ves!”: Está diciendo Afri ahora mismo, seguro. Que te conozco. Guapa ella.

¡Qué guay! El Piset. Torico. Sentits. Lo que daría por volver a aquella noche en el torico. Ei. Bua, ya ves.

Pero, enserio ¿Estudiar en cuarentena? Sedme sinceros, ¿Os concentráis? A mí me está costando la vida.

Bueno se hace la hora de cenar. Cenemos.

He visto un poco la tele, concretamente un documental de Roma. Me he acordado de mi amiga Martina, que es de allí. Te mando un abrazo de oso.

Un ratito y a la cama que mañana hay que madrugar.

[DOS MESES]

#JuntosSaldremosDeEsta

Y tiraremos 

si hace falta.

¡Pero, de esta saldremos, ya lo veréis!

DÍA 61, sin vernos (martes 12)

Oídme güenorras. ¿Cómo va la piña? Y, ¿las espinacas? Que os veo eeh. Yo sé que sí, que estáis ahí a tope, al pie del cañón.

Llamamiento a guerreras y a guerreros. ¡A entrenar se ha dicho!

Y, ¿este fresquito que hace hoy? Que rico, para no morir en el intento cuando ya llevas unas series de lo que sea.

Eiiii, flipad. Que lo escribo y parece que sale el sol. Poca broma. Sal a la una si quieres. Ssshhh, muy bien, así me gusta, te has vuelto a esconder.

El sol ahora mismo: “¡Ey, a ver si os ponéis de acuerdo! ¿Salgo o no salgo?”

El sol, va “to” loco.

¡Beaaa, pon el batido que te has hecho hoy! Ay, sí. Voy. Esto es lo que me pedís muchos. Yo soy una mandá, eh. No tiene mayor misterio pero si os hace ilusión, yo encantada de compartirlo. El de hoy me lo he hecho de: bebida de arroz, bebida de avena, kiwi y plátano. Así de simple. Sin azúcares añadidos, solo con el azúcar de la propia fruta. Fresquito, sano y se hace en menos de 5 minutos.

También, me habéis dicho que habéis hecho captura para ir al super a comprar las cremas. Que bonicas sois. Las dos primeras, sí que las podréis encontrar fácil en Mercadona, porque las compré ahí. El aceite es de Freshly. ¡A mí me va genial! Tendremos que aprovechar porque toda esta semana tienen promo en su web de un 30 %. También, de ahí gasto el serum azul para la cara que es una pasada. Me ha mejorado mucho la piel desde que lo utilizo.

Al lío. Las 12. Calentamiento y en marcha.

¡Recorcholis queee! (por no decir otra cosa más fuerte) Me acerco al espejo y mi ojo. ¿Qué le pasa? Mi ojo izquierdo, me dice que frene. El entrenamiento de hoy ha sido cardio hit. Y, mi ojo me dice: “PARA”. No sé porqué. Me da susto. ¿Esto es tensión ocular? Bestial. Me miraba en el espejo y me temblaba el párpado de abajo, mucho. He tenido que parar. Se para.

¿Qué carallo tengo?

He parado el directo, y hasta que no se me ha pasado, no he seguido. Con cuidado pero con precaución.

Conclusión: la cuarentena tiene la culpa o estoy mal hecha. Elijan.

Al terminar los estiramientos, he recogido la toalla, la colchoneta y me he ido directa al baño, me he duchado y he hecho, como que se me olvidaba UN POCO, esto del ojo.

¿Cómo estás? ¿Ahora? Muy relajada, momento post ducha, ¡es maravilla! y no quiero estropear este momento. Pero en estos momentos, me está volviendo a dar el tembleque.

Sara, te voy a escribir. Le escribo. Estoy preocupada. Le cuento. Punto. Para estarlo, Bea. Converso con ella.

Tarde de estudio. Aprovechad la tarde, POR FAVOR, que no queda nada.

Daleeeee. Y tanto que le di. Me he motivado, he aguantado mucho esta tarde. 3 horas sin parar. A fuego. Pensaba que este momento de concentración no llegaría nunca.

¿Alguien más como yo?

El paso de no levantarme de la silla lo he superado con creces.

Así que, esto merece un premio. Me voy a cambiar de ropa y me voy al paseo. ¡Muy bien Bea! Creo que lo necesitas. SAL. Te vendrá bien. Toda la migraña y lo del tembleque del ojo, quizás sea también por no salir.

Ocho días sin salir. Desde que dejaron pasear, salgo una vez a la semana.

Y hoy, me lo he ganado.

¡Tengo una idea! Se me ocurre escribirle a mi amiga Andrea. Le digo por audio: “Andre nos ponemos las mallas, la mascarilla y au, y nos andamos un poco la Alameda? Yo, voy a salir que llevo 8 días sin salir a la calle” Mientras me voy poniendo las mallas, me hago la coleta, cojo la mascarilla... Me responde: “Vale, espérame. ¿Ya has salido?” “No aún no, me falta ponerme la sudadera, que hace algo de fresco. Avísame y salgo. Me viene de paso tu casa, así que avisa, que en nada llego”.

Aviso en casa que me voy a pasear. Me doy cuenta de que, me voy a morir de la emoción. Hoy lloras y lo sabes. 61 días sin veros.

Bajo a ritmo de trote por las escaleras, salgo a la calle y se pone a llover, (en verdad me mola). No llueve mucho, pero llueve.

Otro placer. Salir a andar lloviendo, me encanta.

Me pongo a andar. Hay poca gente. Pocos coches, pasa algún bus, pero van vacíos, los restaurantes de la avenida están algunos abiertos y otros cerrados. Me da la melancolía. Qué raro esto que estamos viviendo.

[CADA PASO QUE DOY, PIENSO EN TODO]

Me quedan pocos metros para estar otra vez contigo. En esta zona por la que estoy pasando, hay más gente y entre esquivar a los que vienen con los que van, y fijarme en no meter los pies en los charcos, no llego a ver completamente, a mi amiga. ¿Preparada? 

[Te veo]

Estaba claro,

[EMOCIONADA ES POCO]

Que momento. EL MOMENTO. Ha sido como, UF, no tengo palabras. Un cosquilleo. Especial. Es que ha molado mucho, porque además, es que habíamos hablado hacía unas horas y ha sido como si no supiera de ella en años. Muy guay.

Esperamos ahí un rato, gritando de emoción. La gente miraba, ¿Y qué? ¿está prohibido gritar de emoción? Me muero. No me creo que te esté viendo. Nos ponemos a andar hacia la Alameda. Cruzamos. No, no cruzamos. Espera que está en rojo. Ay, sí. Esperamos. El siguiente estaba también en rojo, pero, hemos cruzado, se veía con claridad, que no venía nadie.

A mitad le digo: Mira, ¿cuándo has visto una carretera de 7 carriles así? Vacía. En la vida. Nos quedamos mirando alrededor y le digo: “Va ponte ahí que te hago una foto”. Inmortalicemos este momento.

Andrea me está contando una cosa, cuando de pronto. Le digo: “Perdona, pero tienes que oler esto”. Para un segundo. Retrocedemos. “Mmm, ¿Hueles?”. “Ven, acércate y huele aquí”: le digo. Huele como a cuando íbamos de campamento cuando éramos pequeñas. ¿Cómo huele?

Incita a la reflexión.

Y nos ponemos las dos a hablar. Nos mirábamos como super felices, nos reíamos (quizás por nervios de estar otra vez juntas) es una situación tan diferente y agradable encontrarte con una amiga después de tantos días.

Esto lo contamos hace unas semanas, a través de un directo, pero por si alguien no lo vio. Hablábamos (entre otras cosas) de las relaciones de las personas, de la amistad.. Es una persona que me ha enseñado tanto, en tan poco tiempo. Yo creo que es de esas personas con la que conectas y sabes que no la quieres soltar nunca. Pues eso es lo que me pasa con ella. Además, somos como...

[DOS GOTAS DE AGUA]

A las dos nos gusta hablar y escuchar.

Párate a pensar y piensa en esa amiga que te escucha y tú le escuchas a ella. Es posible, (porque a mí también me pasa) que tengas alguna amiga, que solo habla de ella y que luego, le cuentas algo y pasa de todo, se pone a mirar el móvil y te hace medio caso. I hate that. Dejé de quedar con ese tipo de amigas. Sorry. PÁ QUE.

Eso estropea un poco la amistad, ¿no? Bueno es mi forma de verlo. Pero Andre es muy de: te voy a contar esto, lo hablamos; le doy consejos, coincidimos en la reflexión, luego me pregunta; pero pregunta, porque le interesa y le interesas tú, como persona, y eso es muy guay. CONEXIÓN. No todo el mundo tiene.

Pues nada. Que me ha encantado verte. Y que hablemos. A mí también. ¿Te hace un Saona? Se ríe. Otro día. Era una broma.

Entre broma y broma, la verdad asoma.

Toca despedirnos. Que mierda, ahora te daría un abrazo, el día que se pueda nos lo damos.

El abrazo, me ha faltado. Poco a poco.

Me vuelvo a casa. Ahora si que ya no queda nadie. Iba rápido, porque eran cerca de las 22:00 y me pensaba que el horario era hasta las diez de la noche. Aunque, no me importaría que me parase un policiita nacional buenorro y me dijera: “¿Dónde va señorita? ¿Usted sabe que hora es?” Aaarg, marinero. (Pondría un diálogo de los míos pero, a ver si alguien se va a molestar). Respeto ante todo.

Llego a casa y ya iban por el segundo plato. “Perdón”: digo al llegar. “Va, que el hervido ya lo tendrás frío” “Vale, un momento, me quito las zapatillas en la puerta, me lavo las manos, me quito esta ropa, me pongo el piyama y voy volando”: voy diciendo en alto como si hablara con alguien.

Me caliento al microondas el plato con el hervido y me siento a cenar. Le digo a mis hermanos: “Saona está abierto” “Este finde pedimos para comer o cenar, lo que queramos” Mezcladillo de conversaciones: “Pues, Bea he empezado a ver La Casa de Papel” “Hombreeeeee, ¡Por fin!”: le digo a mi hermano pequeño. ¿Por qué capítulo vas ya? “Por el 3”:me dice. Y qué, te está molando MOGOLLÓN, ¿no?

Vas a flipar.

Después de cenar, se sienta en el sofá y se pone con el portátil y los auriculares a seguir viéndola. Yo me siento a su lado a leer una revista. Cada diez minutos me asomo a ver por dónde va. De la revista, no leo nada, estoy agotada. Me voy a la cama. Antes de irme, le digo: ¿Qué? Y me dice: “Está muy wapa”.

Buenas noches. Me lavo los dientes y a dormir. Hago balance.

Afirmativo, me ha gustado el día.

DÍA 62, mitad (miércoles 13)

¡Qué bien he dormido! He pasado un poco de frío pero bien, he descansado. Al despertar, pienso en lo que me estudié ayer, a continuación bajo de la cama y cojo los esquemas que me hice, a ver si me acordaba de algo. Fenomenal. Te acuerdas. Te lo sabes.

Sigue así.

Fresas, fresas, fresas (voy pensando mientras voy hacia la cocina a desayunar). Hoy sí. Batido con bebida de arroz, tres fresones, un plátano y batir. El plátano que no falte, niña. Ale, listo.

¿Qué viene ahora? Conectando el directo. Aleee, bien de glúteo con banda elástica, pierna y abdomen. Me quema de ayer.

Vuela Bea, es la una. De verdad, no hay cosa que más me moleste, que tener que hacer las cosas a corre prisas. Me ducho y salgo del baño como un cohete porque me tiene que dar tiempo a preparar un Tartar de salmón que les prometí a todos que haría, para este medio día, como entrante.

Lo hago. Lo pruebo. Fantástico. (Receta en el POST del domingo, no me da tiempo hoy).

Un momento, se me acaba de ocurrir una cosa. ¿Os puedo preguntar una cosa? Dale.

¿Cuáles son las cosas que más repetimos mientras estamos sentados en la silla intentando estudiar?

De entre todas vuestras respuestas, estas han sido, las más se han repetido:

1. Coger el móvil.

2. Voy a mirar un momento el móvil.

3. Ponerme cacao en los labios.

4. Ir a beber agua.

5. Pintarme las uñas de los pies y de las manos.

6. Mirar el calendario.

7. Levantarme a comer.

8. Levantarme a hacer pis.

9. Levantarme a mirar al gato.

10. Ordenar los cajones del escritorio.

11. Quitar el polvo de la habitación.

12. Levantarme a comer Doritos.

13. Yo miro el móvil 27 veces.

También, algunos me habéis escrito lo que más os repetís a vosotros mismos, y es, lo siguiente:

1. Mierda, va concéntrate.

2. Puta pandemia.

3. Debería estar ahora en la playa.

4. No voy a aprobar.

5. Cuando me cuesta mucho, “ánimo Sara” tú puedes con todo.

Os dejo

[ 3 CONSEJOS que a mí me funcionan]

Consejo 1: Deja el móvil lejos de ti para no tener que levantarte.

Consejo 2: No compres gorrinadas y no tendrás la tentación de comerlas. Te recomiendo que comas chocolate del 85 % calma la ansiedad.

Consejo 3: Ponte un cartel en los dos lados de la puerta de la habitación en el que ponga: “¿De verdad quieres suspender?” “Estudia, luego te lo agradecerás” “Todo esfuerzo tiene su recompensa” “Todos estamos igual” “Piensa en ___________está cómo tú” “Mi amigo/a ________ está estudiando ahora, vuelve a tu silla” “Todos estudiando lo conseguiremos”.

Esa es la ACTITUD.

Piensa en que ahora es lo mejor que tienes para hacer. Y recuerda porqué empezaste. 

A final de curso quiero mensajes de “Beaaaa he aprobado todo”.

Mafalda creo que lo tenía bastante claro. 

¿Le hacemos caso también a ella?

DÍA 63, más así (jueves 14)

¡Buenos díaaas!

Me levanto, subo la persiana, abro las cortinas y, un poquito nada más la ventana, porque está lloviendo. A continuación, voy a lavarme la cara. Pero, vuelvo a la habitación. Me siento en la cama con la espalda apoyada en la pared y me pongo a MIRAR lo que se VE a través de ella. 

[ LA VENTANA ]

¿Qué veo? ¿Qué escucho?

Como amante de la naturaleza que soy, me PARO A VER cómo cae la lluvia, a disfrutar de ella, a escucharla. Me recuerda a mis caminatas por la montaña, por esos bosques... ese sonido es. Es este.

Muchos recuerdos pasan por mí cabeza. SONRÍO con el corazón. De las ganas de volver.

Coger cuatro bartulos, las botas de montaña, los palos, los prismáticos, la cantimplora, ponerme a andar y dejarme llevar.

Muchos kilómetros con la mochila y mi camiseta (siempre llevo la misma, es como mi talismán de la suerte, con el que recorro todos los lugares, ojo que me llevo más de repuesto). Cierro los ojos para trasladarme allí. A esos valles. A esas cimas. Refugios de alta montaña. Ríos. Cascadas... Los abro. Y, pienso MIRANDO AL INFINITO: Soy muy afortunada. Me gusta lo que TENGO AQUÍ DELANTE. Un trocito de edificio y un árbol muy frondoso. Que han hecho que comience el día de la mejor manera posible. Sonriéndome y acordándome de la madre naturaleza.

Disfruto de este momento, es lo único y lo mejor, ahora mismo que me traslada a estos lugares.

Me quedo aquí todo el rato que pueda, necesito lluvia y VER verde. Me suena la alarma. Es hora de mover. Este ratito aquí era necesario. Gracias al que tenga que dárselas por haber llovido hoy, ahora.

[ LA L L U V I A , LAS MONTAÑAS ]

C U I D E M O S de LA NATURALEZA.

Es el único lugar que tenemos para vivir. Respétalo y valoralo.

Y ahora sí, me voy a desayunar. A seguir con el día. Me ha gustado empezar de esta manera. Pero, un momento. ¡Os oigo! Los gorriones. Pían. ¡No os escuchaba! ¡La lluvia caía con demasiadas ganas!

¿Me esperáis? Voy a hacerme el desayuno, me lo traigo y estoy con vosotros, ¿vale? Creo que han dicho que sí. Enseguida vuelvo. Tardo nada.

Hoy batido frío no pega. Me preparo algo calentito y que me de también energyyy. Bebida de arroz con 3 cucharadas de avena integral, cacao puro en polvo y al microondas. Bien calentito. Que no queme, (bueno aquí ya cada uno, que se lo caliente a su gusto). Ya veréis como la avena os llena y os mantiene saciados por más tiempo. Una vez busqué sus propiedades nutricionales y tiene muchísimas. Es un alimento súper completo. Ale, ya no me enrrollo más, me voy a entrenar.

Cañitaaaa.

Ducha con pelo (cada vez lo tengo más largo y es un suplicio para secarlo). Así se queda, mojado. Quito un poco la humedad con el secador y listo.

Lentejas. Y un poco de tartar que sobró de ayer. Hoy, está incluso más bueno.

No puedo detenerme. Las horas pasan y quiero estudiar. Uf, ya las 17:30. No sé, que hago con las horas, que se me pasa el día DEMASIADO RÁPIDO.

Voy a estudiar aunque sea hasta la hora de publicar la entrada, ¿vale?

Espero que estéis pasando una buena semana

y que dentro de todo esto, estéis siendo felices.

Gracias a todos por estar aquí. En esto. Conmigo.

♥

IMÁGENES: M.PHOTOVIEWER.NAVER.COM,

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